Desafíos que plantea la propuesta de la ecología de los saberes La sentencia categorial o nomenclatura “Ecología de los Saberes” (Boaventura de Sousa. Dixit) asociada a o relacionada con una epistemología de la comunicación social amerita de dos premisas estructurantes, que por sí y en sí mismas son componentes determinantes a la vez características definitorias de un singular geopolítico proceso epistemológico de comunicación social. Necesarias para en un análisis desde una visión crítica proponer, compartir y generar nuevos saberes donde lo académico se ha de amalgamar con lo ancestral, con lo cotidiano, con lo popular de la vida vivida en comunión generando comunalidad. Es decir con las vivencias, con los saberes populares que se producen, reproducen y desarrollan en los entornos geohistóricos de nuestra territorialidad del sur; en la territorialidad que en la América Latina “Nuestra América” (Martí. Dixit) se resiste a la colonialidad a las imposiciones epistémicas “EuroUsacent
Venezuela y la tranquilidad de Adán García. Pltgo. Oswaldo Espinoza. “El siempre muy vivaracho andaba quieto, pero en la tranquilidad del desesperado”, así cantaba Rubén Blades relatando el último día de vida de Adán García, retratando la situación que viven los pueblos del sur global, excluidos, segregados y desaparecidos socialmente por el sistema mundo moderno – colonial; millones de Adán García que viven en el norte global se enfrentan a la imposibilidad casi total de cubrir las necesidades más básicas de sus seres queridos; al igual que aquellos Adanes (y Evas) que son víctimas del norte global, que vive en el sur geográfico, que ven precarizadas sus condiciones de vida a nivel de la desesperación. Crisis, disociación y corresponsabilidad. El pueblo venezolano anda quieto, y lo hace en medio de una crisis multidimensional, multiforme que ha llevado las condiciones de vida de las grandes mayorías a un nivel de pauperización desesperante: La depreciación absurda del salari